Y es el segundo verano que no pruebo un helado comercial porque pudiendo crear los sabores que me apetece y con ingredientes que controlo ¿para qué comprarlos?. Además, últimamente mi imaginación heladera está a cien por hora, tratando de idear sabores diferentes y ricos y eso, unido a un poco de crema de speculoos casera que me quedaba de cuando preparé las natillas de speculoos y plátano caramelizado dio como fruto este súper cremoso y delicioso helado...
Tan tan cremoso que la sesión fotográfica fue corta y estresante. Un poco decepcionante, también hay que decirlo, porque solo pude sacar tres fotos ya que el helado se derretía a los poco segundos de sacarlo del congelador. Pero un helado tan rico como este tenía que compartirlo sí o sí.
Tiene un sabor intenso a galletas speculoos y según mi catador consorte, es el mejor helado que he hecho hasta ahora junto con el de plátano con nueces y pepitas de chocolate.
La base es un helado de chocolate blanco con un toque de canela y al final del proceso de mantecación en la heladera, le añadimos la crema de speculoos. Así conseguimos un sabor más intenso e incluso diferenciamos un poco el chocolate blanco de la crema de speculoos. Podemos trocear unas galletas para alcanzar la gloria bendita heladera.
Receta de helado de chocolate blanco y speculoos
Ingredientes para aproximadamente 1 litro de helado
- 300 ml de nata con un 35% grasa
- 200 ml de leche entera
- 180 g de chocolate blanco
- 75 g de azúcar blanca
- 25 g de azúcar invertido o golden syrup
- 2 yemas de huevo L
- 1 cucharadita de aroma de vainilla
- 1/2 cucharadita de canela
- 150 g de crema de speculoos (la receta aquí)
- 8 galletas speculoos troceadas
Preparación
- Ponemos en un cazo la nata, la leche, el chocolate, la canela y el azúcar invertido. Calentamos a fuego medio hasta que casi hierva. Mientras, batimos las yemas en un bol con el azúcar y la vainilla.
- Retiramos el cazo del fuego y vertemos un poco de la mezcla sobre las yemas mientras batimos para que con el calor no cuajen. Devolvemos el cazo al fuego y vertemos en él la mezcla de yemas removiendo sin parar durante unos 5-7 minutos o hasta que la mezcla espese.
- Cuando la mezcla haya espesado, retiramos del fuego, dejamos enfriar a temperatura ambiente y luego a la nevera un mínimo de 6-8 horas.
- Pasado este tiempo, nos toca mantecar en la heladera siguiendo las instrucciones del fabricante. En los últimos minutos del proceso añadiremos la crema de speculoos.
- Vertemos en un recipiente apto para congelador y esparcimos los trocitos de galletas speculoos.
*Si no tenemos heladera, vertemos la mezcla en un recipiente y guardamos en el congelador, sacándola cada hora (durante 4 ó 5) para removerla y que no formen cristales.
En esta ocasión no he sacado fotos del "detrás de la cámara" porque con el estrés de fotografiar el helado a toda prisa antes de que se derritiese, cuando me di cuenta había recogido todo el "set". ¡Menudo despiste! Espero que mis neuronas no vuelvan a patinar de esa forma.
Espero que les haya gustado la entrada y la receta de hoy. Y si alguien se anima y lo prepara, que me diga que le ha parecido ya que me haría mucha ilusión.
La semana que viene, nueva receta, el lunes como siempre.
¡Muchos besos y a disfrutar del verano!