Sí, he encendido el horno en pleno mes de agosto. Es una locura lo sé, pero las ganas de preparar un buen bizcocho para desayunar el fin de semana podían más que el calor que sabía que iba a pasar en mi cocina con el horno encendido. Eso, unido a que no me he ido aún de vacaciones, hacen que mi cordura esté un "poco" afectada y me dedique a hacer el kamikaze. Pero no me arrepiento, ha valido la pena correr el riesgo de sufrir un golpe de calor (afortunadamente no me pasó nada) y el resultado, como se ve en las fotos, es un bizcocho o tarta espectacular.
Sencillo, sí, pero delicioso. Que a veces pensamos que por rizar el rizo con recetas "exóticas" y sabores rebuscados, vamos a conseguir mejor resultado. Esta "toscakaka" es una tarta típica escandinava que consiste en un simple pero contundente y untuoso bizcocho, coronado por un praliné de almendras que hará que se te salten las lágrimas en cuanto lo pruebes. Eso está asegurado.