lunes, 7 de abril de 2014

Bizcocho de mandarina y semillas de amapola

Que piropeen tu trabajo semana tras semana es muy bonito y cada día estoy más agradecida por ello, pero tener un blog y llevarlo al día conlleva un gran esfuerzo. Son unas cuantas horas más de las que pensaba antes de lanzarme a esta aventura las que hay que dedicarle y no olvidemos que en mi caso y en el de la mayoría de los compañeros blogueros, somos simplemente unos aficionados. Tenemos trabajo, estudios o una familia y amigos a los que atender pero sacamos tiempo de donde sea para conseguir progresar en las recetas, en la presentación y en la fotografía. Unas veces las cosas saldrán mejor y otras no tan bien, pero el esfuerzo y cariño que le ponemos es indiscutible. Y no me estoy quejando, en absoluto. Estoy encantada de dedicarle tiempo a esto y de arañar minutos de dónde sea para que el blog sea cada día un poquito mejor y más agradable.
Mucha gente me pregunta por mail cosillas acerca de fotografía, la cámara y objetivo que uso, los tablones que utilizo en las fotos y demás cacharrillos. Intentaré de ahora en adelante incluir en cada post algunas fotos del "making off" de la sesión o mejor dicho del "como se hizo" ¡qué ya estamos un poco hartos de la invasión de términos anglosajones en nuestra lengua! Todo de forma muy humilde, que yo no soy profesional de esto y tampoco soy quien para dar lecciones. Solo quiero mostrar el trabajo que hay detrás de las fotos que dicho sea de paso ¡es un gran curro!
Pero primero, vamos con la receta de hoy... 



Un ríquisimo bizcocho de mandarina y semillas de amapola. Esponjoso a más no poder y extra jugoso gracias al sirope de mandarina que lo baña. Con un sabor cítrico y fresco que encantará a todo el mundo y bastante ligero, nada denso. 

La receta es de Donna Hay con alguna que otra variación. Podemos usar para decorar un poco de ralladura de mandarina o incluso un poco de piel cortada de alguna forma bonita (a mi no me quedó tan bonita como pretendía...). Gracias al sirope se mantendrá jugoso y sin secarse hasta tres días siempre y cuando seas capaz de resistir la tentación y no comértelo en horas.

Receta de bizcocho de mandarina y semillas de amapola

Ingredientes para un molde de 20 cm

  • 60 g de semillas de amapola
  • 175 ml de leche
  • 200 g de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
  • ralladura de 3 mandarinas
  • 1 cucharada de mandarina en pasta (opcional)
  • 150 g de azúcar blanca
  • 3 huevos
  • 250 g de harina de repostería
  • 1 cucharadita y media de levadura química
  • 125 ml de zumo de mandarina

Ingredientes para el sirope

  • 200 g de azúcar blanca
  • 250 ml de zumo de mandarina
  • ralladura de 3 mandarinas
  • 1 cucharada de mandarina en pasta (opcional)

Preparación

  1. Precalentamos el horno a 160º y engrasamos un molde de 20 cm.
  2. En un bol ponemos las semillas de amapola y vertemos en el la leche.
  3. Tamizamos la harina y la levadura y reservamos.
  4. Batimos la mantequilla con el azúcar durante unos minutos con nuestra batidora de varillas hasta que blanquee y haya doblado su volumen.
  5. Pasado este tiempo, añadimos uno a uno y ligeramente batidos, los huevos. También añadiremos la mandarina en pasta (si vamos a usarla) y la ralladura. Seguimos batiendo hasta que todo esté bien integrado.
  6. Añadimos la mitad de la harina con la levadura y seguimos batiendo a velocidad baja. Ponemos la leche que teníamos reservada con las semillas de amapola, el zumo y la otra mitad de la harina y batimos solo un poco hasta integrar.
  7. Vertemos la mezcla en el molde engrasado y horneamos unos 50 minutos a 160º. Transcurrido este tiempo, pinchamos con un palillo en el centro del bizcocho para comprobar que esté hecho. 
  8. Sacamos del horno y dejamos enfriar sobre una rejilla. Esperaremos a que esté frío para desmoldar.
  9. Mientras se enfría, preparamos el sirope. Para ello ponemos en un cazo a fuego bajo todos los ingredientes. Una vez el azúcar se haya disuelto, subimos el fuego y lo dejamos que hierva unos 5 minutos o hasta que espese y tenga aspecto de sirope.
  10. Una vez desmoldemos el bizcocho, podemos pincharlo con un palillo y verter el sirope caliente encima.
¡Qué toque más requetebonito le dan las semillas de amapola al bizcocho!
Y aquí "detrás de la cámara"...
Esta vez he hecho las fotos con mi objetivo 50 mm 1.8 y a contraluz, pero un contraluz muy suave, con la luz que tenemos esta primavera a media mañana ya que quería dar sensación de "desayuno en una mañana soleada" (es que cuándo me pongo en modo romántico...).
 El trípode como siempre, imprescindible y el reflector, en este caso de color plata, también. Yo tengo un juego de reflectores para fotografía pero hasta hace poco usaba un parasol de coche y me iba genial.
He usado mi tablón blanco que tiene un efecto envejecido gracias a unos brochazos de betún de judea. En cuanto a los "cacharros", un stand muy sencillo de cristal que compré a buen precio en "Casa", un plato de "Zara Home" y cubiertos varios que le "robé" a mi madre y que están desgastados de tanto lavarlos. Esto último viene genial, ya que no tendremos brillos indeseados en las fotos. 
Una tela bonita y floreada combinada con un trozo de arpillera o tela de saco, dará un toque algo rústico a las fotos. Todo ello en tonos cálidos e ir en consonancia con nuestro bizcocho de mandarina. 
Pues esto ha sido todo por hoy. ¿Les parece buena idea lo de contar un poquito cómo he hecho las fotos? 
No vemos el lunes de la semana que viene.
¡Besos!

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