El año pasado no preparé nada con esta temática que dicho sea de paso, ni me va ni me viene, y este año como he estado con gripe no me ha dado ni tiempo ni fuerzas para hornear (en realidad, ha habido momentos en los que no he tenido ni ganas de levantarme a por un vaso de agua prefiriendo casi morir de sed a moverme). Pero mirando en el borrador del blog encontré algo rojo que puede pasar por un postre san-valentinero como estos mini bundts red velvet.
Es la primera vez que preparo red velvet y aunque el sabor me ha gustado bastante así como los esponjosos que quedan, me hubiese gustado que quedaran más "red".
Aún así, quedaron deliciosos y muy monos gracias al molde de Nordic ware de mini bundts que compré hace un par de meses. No me canso de decir que estos moldes son una maravilla y que a pesar de ser poco económicos, vale la pena invertir en ellos por su excelente calidad y todo hay que decirlo, porque son preciosos.
La receta es de nuestra querida Martha Stewart de su libro "Cakes" el cual está cargadito de recetas muy interesantes de tartas, bizcochos, bundts y demás. Es de los últimos libros que han entrado a formar parte de mi colección y lo recomiendo totalmente. Yo, por lo pronto, hago un parón en esto de la adquisición desenfrenada y casi viciosa de libros de cocina. Creo que con lo que tengo estoy bien surtida por una buena temporada.
Receta de mini red velvet bundt cakes
Ingredientes para 12 unidades
- 310 g de harina de repostería
- 30 g de cacao en polvo sin azúcar
- 1 pizca de sal
- 300 g de azúcar blanca
- 375 ml de aceite de girasol
- 2 huevos L
- 1 cucharada de colorante rojo
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- 250 ml de buttermilk*
- 1 y 1/2 cucharadita de bicarbonato
- 2 cucharaditas de vinagre blanco
*Para preparar el buttermilk podemos añadir dos cucharadas de zumo de limón a 240 ml de leche entera y dejarla reposar unos minutos hasta que adquiera aspecto de "leche cortada".
Preparación
- Precalentamos el horno a 175º y engrasamos los moldes. Si no tenemos moldes de mini bundts podemos usar uno grande de bundt o de plum cake.
- Tamizamos en un bol la harina, la sal y el cacao.
- En otro bol batimos con batidora de varillas el azúcar y aceite hasta que queden bien combinados. Añadimos los huevos uno a uno y seguimos batiendo.
- Integramos el colorante y la vainilla y batimos de nuevo. Si vemos que no queda muy rojo podemos añadirle un poco más de colorante.
- Añadimos ahora la mitad de la mezcla de harina y cacao, el buttermilk y la otra mitad que nos queda de harina y batimos lo justo para que la mezcla sea homogénea. Reservamos.
- En un bol pequeño mezclamos el vinagre con el bicarbonato, añadimos a la masa y batimos 10 segundos.
- Llenamos nuestros moldes y horneamos unos 30-35 minutos a 175º o hasta que al pincharlos con un palillo, éste salga limpio.
- Sacamos del horno y dejamos enfriar sobre una rejilla. En el caso de hacerlo en un molde de bundt, respetar los 10 minutos que nos indica el fabricante para desmoldar sin que se rompa.
Se pueden comer solos o acompañados de crema de queso. En esta ocasión he optado por comerlos "a palo seco" para evitar darle lactosa de más a este cuerpecillo mío que últimamente se queja por todo.
Pues hasta aquí la receta de hoy con un ligero toque de San Valentín. ¡Espero que les haya gustado!
Y para los que no lo sepan aún, este mes soy la anfitriona del evento photo blog. ¡Qué ilusión me hace!
Las instrucciones para participar están en este post y son muy sencillas. ¡Estoy deseando recibir un aluvión de fotos!
¡Nos vemos el próximo lunes!