lunes, 5 de mayo de 2014

Tarta de manzana con streusel

¿Qué tal ha ido el puente? ¿Todo el mundo con las pilas recargadas? Yo me he quedado en casa, con algún turno de trabajo en medio y tratando de pasar desapercibida en Facebook. Sí, he desaparecido tantos días seguidos de esta red social con la idea de que si me hacía invisible iban a levantarme "la condena" que me han puesto dando por hecho que los enlaces a mi blog son spam. Pero ni con esas, sigo siendo una delincuente cibernética para el señor Caralibro...¡con lo cacho de pan que soy yo! Hasta les he escrito para decirles que me quiten tan injusto castigo, pero nada. ¿Alguien tiene idea de que puedo hacer? 
¿Y si les envío un trozo de esta tarta de manzana con streusel a los responsables? ¿Funcionará este tipo de soborno dulce?


 Y si no funciona no será por la tarta porque está deliciosa ¡de las mejores tartas de manzana que he comido!
Con una base de bizcocho con un toque de canela cubierto con varias capas de manzanas reineta y coronándolo todo, un streusel que le da un toque espectacular...
Nunca antes había puesto a un bizcocho o tarta "streusel" que no es más que una mezcla de harina, azúcar, mantequilla muy fría y en este caso, canela, de origen alemán. Se pueden añadir frutos secos bien troceados o incluso frutas deshidratas como pasas o arándanos. Como ha gustado mucho, seguro que repetiré e innovaré añadiendo alguno de estos ingredientes.
Para esta receta me inspiré en una de las del libro "The hummingbird bakery cookbook" haciendo algunos cambios para adaptarla a mis gustos. Los ingredientes muy sencillos y fáciles de encontrar en la cocina de cualquiera. He usado manzana tipo reineta, que son ideales para postres, pero si en casa tienes otro tipo de manzana no hay problema.

Receta de tarta de manzana con streusel
Ingredientes para un molde de 20 cm

  • 60 g de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
  • 140 g de harina de repostería
  • 100 g de azúcar moreno
  • 1 huevo L a temperatura ambiente
  • 1/2 cucharadita de extracto de vainilla
  • 1/2 cucharadita de canela
  • 1 cucharadita de levadura química
  • 80 ml de leche
  • 3 manzanas reineta

Para la cobertura streusel

  • 70 g de harina todo uso
  • 1/2 cucharadita de canela
  • 40 g de mantequilla sin sal fría y cortada en cubitos
  • 70 g de azúcar moreno

Preparación

  1. Precalentamos el horno a 170º y engrasamos un molde de 20 cm.
  2. Empezamos preparando la cobertura para lo cual ponemos en un bol la harina y la canela y añadimos los cubitos de mantequilla fría. Con las manos mezclamos hasta que quede con una textura como de migas de pan y añadimos el azúcar volviendo a mezclar con las manos. Reservamos.
  3. Preparamos ahora el bizcocho. En un bol tamizamos la harina, la canela y la levadura y reservamos.
  4. Batimos con batidora de varillas el azúcar con la mantequilla unos 4-5 minutos hasta que haya doblado su volumen y la mezcla sea cremosa.
  5. Añadimos el huevo ligeramente batido y la esencia de vainilla y seguimos batiendo.
  6. Ponemos la mitad de la leche y batimos a velocidad baja. Añadimos ahora la mitad de la mezcla de harina, la otra mitad de leche y el resto de harina. Batimos muy poco, lo justo para que la mezcla quede homogénea.
  7. Vertemos la mezcla en el bol. Pelamos las manzanas, las cortamos en cuatro y en láminas finas que dispondremos sobre la masa. 
  8. Repartimos el streusel sobre las manzanas y al horno a 170º durante unos 40 minutos.
  9. Pasado este tiempo pincharemos con un palillo para comprobar que el bizcocho está listo y si es así, sacamos del horno y dejamos enfriar sobre una rejilla. Desmoldamos cuando esté frío.

¿Alguien quiere un trocito de esta sugerente tarta?

Y como veo que lo de hablar un poco de la sesión de fotos está gustando mucho, esta semana continuamos con más. ¡Gracias por los comentarios tan bonitos que me están llegando sobre ello!
 Esta vez me he decido por mi tablón color madera oscuro y como fondo, uno azul envejecido con betún de judea. La luz venía del lateral derecho por lo que el reflector estaba colocado en el lado izquierdo. Normalmente, cuando uso este tablón suelo acompañarlo del reflector dorado pero esta vez no quería darle un toque tan cálido y me decidí por el plateado.
Para las fotos cenitales dejé el tablón sobre el suelo y como a esa altura no me llega tanta luz, además del reflector usé  un parasol de coche para evitar sombras. Tengo la suerte de que mi trípode tiene un brazo que se extiende en horizontal para este tipo de fotos, lo cual facilita bastante la tarea.
En cuanto al atrezzo, esa base de madera sobre la que se apoya el plato con la tarta no es más que una bandeja vuelta del revés. La taza y los platos en tonos blanco y azul me parecía que combinaban bastante bien con el tono madera y le daban un toque algo rústico (que es el aspecto que tiene la tarta). Unos cubiertos blancos para crear un poco de contraste sobre la madera y una tela con florecitas azules para dar alegría a la composición. ¡Ah! y esa tela blanca que se ve bajo la de flores no es más que parte de un jersey viejo que corté antes de deshacerme de él. ¡Con un poco de imaginación se consiguen cosas chulas!
Me pareció una sesión de fotos agradable y poco complicada ya que la tarta al tener el streusel era bastante fácil de enfocar y es por eso que hice varias fotos cenitales. Esta vez he usado mi objetivo 50 mm 1.8 y como siempre, no defrauda.

Y como se ve en las fotos, no hace falta un super estudio fotográfico ni grandes cosas para hacer unas fotos decentes. El salón de mi casa o para ser más exactos, un pequeño rinconcito de él que es donde mejor llega la luz, me es suficiente para hacer las fotos.
Hasta aquí todo por hoy. ¡Nos vemos la semana que viene con más cosas!
¡Muchos besos!

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