Es curioso, no me gusta mucho el chocolate blanco, es más, en mi opinión y con todos mis respetos, ni lo considero "chocolate de verdad". A pesar de ello, ya son varias las entradas que le he dedicado y alguna más que tengo pendiente de publicar. Yo soy más de chocolate negro, y sin almendritas ni rellenos ni nada, "chocolate chocolate", pero no dejo de reconocer que el blanco le da un toque especial a los bizcochos o a una buttercream. Ojeando el libro de "The Hummingbird Bakery Cookbook" buscando algo que hornear para el cumpleaños de una amiga, me encontré con este "blondie" o "brownie de chocolate blanco".
Si cierro los ojos y pienso en los sabores que recuerdo de mi niñez, este es el primero que me viene a la cabeza. ¡El de las mejores galletas del mundo mundial!, los "Cubanitos" de la fábrica grancanaria Bandama.
Ayer hizo un mes de mi primera entrada en el blog y de la apertura de mi página en facebook. Poquito a poco estamos creciendo y cada día somos más ¡y de más lejos!. ¡Gracias a todos los que están por ahí!. Estoy muy contenta con esta vida de bloguera y agradecida a todos aquellos que aún sin conocerme de nada, me animan y comentan mis recetas. Todo esto me trae recuerdos muy bonitos de esa etapa de mi adolescencia cuándo me carteaba con cientos de personas. Era una alegría recibir esas cartas y leer que me contaban en ellas y por supuesto, responderlas. En parte, esto es bastante parecido, ¿no?, sólo que adaptado a la era cibernética en la que vivimos y con dulces de por medio. ¡Y aquí tampoco hay un cartero cotilla que le pregunte a mi madre por qué su hija recibe tantas cartas a diario!.
Y para celebrar este "cumplemes", algo realmente delicioso...
Y es que con las prisas del día a día, ¡todos desayunamos fatal!. Y después, ¿qué?. ¡Pues a arrasar a mediodía comiendo más de lo que deberíamos!. Pero eso se va a acabar...mira que cookies más apetitosas...mmmmm
Tengo sueño...muuuucho sueño. Esto de trabajar de noche acabará conmigo antes de los 67 años. ¡Con lo bien que dormía yo en las vacaciones!. Y ahora, vuelta a las andadas, a la "no rutina", a acostarme y levantarme todos los días a distinta hora. Y claro, ¡vuelta a ser un zombie que bosteza a todas horas y gasta toneladas de antiojeras y correctores de "mala cara"!.
Pero entre bostezo y bostezo, he preparado este Bundt Cake de crema irlandesa. Por cierto, ¡qué bonitos son los moldes de Nordic Ware!